La huella de carbono es una de las formas más sencillas de medir el impacto o la marca que una persona deja sobre el planeta en su día a día. Es un recuento de las emisiones de dióxido de carbono que se liberan en la atmósfera de acuerdo a nuestras actividades cotidianas o incluso, a la comercialización de algún producto. La huella de carbono, por tanto, es la medida del impacto que provocan las actividades del ser humano en el medio ambiente.
Se determina de acuerdo a la cantidad de emisiones de GEI (gas de efecto invernadero) producidos, los cuales se miden en unidades de dióxido de carbono equivalente.
Este análisis abarca las actividades del ciclo de vida de un producto, desde la adquisición de las materias primas hasta su gestión como residuo, permitiendo a los consumidores decidir qué productos y alimentos adquirir con base a la contaminación que se genera en su producción.
La huella de carbono busca calcular la cantidad de gas de efecto invernadero emitido directa o indirectamente a la atmósfera cada vez que se realiza una acción determinada y que las empresas puedan reducir los niveles de contaminación a través de un cálculo estandarizado de las emisiones durante los procesos de producción.
Para las empresas no es obligatorio tener un certificado de la huella de carbono pero muchas empresas tienen el interés de tener el sello de Empresa Socialmente Responsable (ESR), les importa que sus productos lleven la etiqueta que certifica los valores de emisiones de carbono, y de esta forma, los consumidores puedan optar por productos menos dañinos para el ambiente, además de posicionarse positivamente entre tantas marcas.
El identificar las fuentes de emisiones de GEI de un producto permite definir de manera más eficaz los objetivos que se tienen al producirlos, así como algunas estrategias de reducción de emisiones más efectivas gracias al conocimiento de los puntos claves para reducir la huella de carbono.
La huella de carbono no se calcula únicamente para empresas, las personas también también conocer cuál es su grado de emisión de carbono. En este enlace puedes realizar este cálculo de acuerdo al país en donde te encuentras.
Los cálculos de la huella de carbono suelen basarse en las emisiones de los 12 últimos meses. Tu huella personal se calcula dividiendo el consumo de energía por el número de personas que viven en tu casa, los vuelos que has realizado en ese periodo, el kilometraje de tu automóvil o motocicleta —si es que cuentas con uno o varios—, así como los gastos que tienes en ese periodo en ropa, alimentos, medicamentos, equipos y aparatos electrónicos, muebles y utensilios para casa, gastos de hospedaje, en educación e incluso, recreativos.
En ocasiones, no es tan sencillo conocer estos datos precisos, pero un aproximado te hará conocer el valor de tu huella de carbono.
Conocer nuestra huella de carbono nos hace tener conciencia sobre acciones que hemos tomado y no son del todo benéficas para nuestro planeta y por ende para nuestra salud, y así tomar nuevas medidas, considerar si realmente necesitamos consumir tantas cosas, qué tanto aprovechamos los alimentos que adquirimos o tener ciertos hábitos.
Haz tu cálculo aquí.
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