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La investigación y la educación son fundamentales en esta colaboración, ya que permiten abordar los desafíos ambientales desde una base de conocimiento sólida.
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La sustentabilidad se logra al comprender y apoyar las comunidades locales, particularmente aquellas afectadas por cambios ambientales, como el aumento del nivel de los ríos.
La colaboración entre diversos sectores es esencial para la gestión ambiental, la sustentabilidad y la sinergia, así lo subrayó Ana Rosa Rodríguez Luna, investigadora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. En una reciente ponencia en la Unidad de Ciencias Biológico-Agropecuarias de la Universidad Veracruzana, compartió su experiencia y conocimientos sobre este importante tema.
Alianzas para un futuro sostenible
Rodríguez Luna enfatizó que las alianzas entre la academia, la sociedad civil, el sector gubernamental y la iniciativa privada son fundamentales para llevar a cabo una gestión ambiental efectiva que promueva la sustentabilidad. Estas alianzas permiten avanzar en proyectos que requieren financiamiento y legislar en torno a problemáticas identificadas por las entidades gubernamentales.
El papel de la academia entre la sinergia y la sustentabilidad
La academia, mediante la generación y aplicación del conocimiento, desempeña un papel crucial en esta colaboración. Su capacidad de abordar problemas desde la investigación contribuye a la identificación y resolución de desafíos medioambientales. Al no politizarse, la academia puede trabajar a largo plazo en las comunidades, brindando formación de recursos humanos y servicios.
Sustentabilidad en Tabasco
En el contexto particular de Tabasco, Rodríguez Luna destacó la importancia de buscar alternativas que promuevan la sustentabilidad. Esto implica comprender los saberes y las preocupaciones de las comunidades rurales que han experimentado pérdidas debido al aumento del nivel de los ríos durante la temporada de lluvias. Para lograrlo, se requiere organizar a la base social y empoderar a las poblaciones originarias que a menudo residen en las zonas más afectadas.
Educación y gestión ambiental
La investigadora subrayó que la investigación básica, la aplicación del conocimiento y la educación son elementos fundamentales para prevenir, controlar y evaluar el impacto de las actividades antropocéntricas en los recursos naturales. La gestión ambiental fortalece las capacidades y valores de la población y promueve la construcción de una conciencia ecológica. Todo esto contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
En resumen, la sinergia entre diversos actores, junto con la educación y la gestión ambiental, es esencial para abordar los desafíos medioambientales y avanzar hacia un futuro más sustentable. Ana Rosa Rodríguez Luna nos recuerda que la colaboración es la clave para lograr un impacto positivo en nuestro entorno y alcanzar los objetivos de sostenibilidad a nivel global.