Un grupo de 24 científicos provenientes de Europa y África, hicieron un llamado a los gobiernos que conforman a la ONU, para que en los conflictos armados se incorporen regulaciones qué salvaguarden la biodiversidad.
A pesar que desde hace dos décadas existen estas llamadas de atención, los conflictos militares en el Sahara continúa destruyendo la fauna, empujando especies a la extinción y envenenando los limitados recursos hídricos.
En los últimos 19 años, el número de eventos bélicos creció dentro de los países que conforman el Sahara, teniendo un crecimiento de 565% después de 2011. Actualmente, representan alrededor del 20% del total de conflictos africanos y casi el 5% de los conflictos globales.
¿Y esto como afecta a las especies silvestres?
Si bien una evaluación real de las amenazas a la biodiversidad en todo el Sahara es problemática en estas circunstancias, existe una creciente evidencia de una masacre de vida silvestre en curso como resultado de la creciente inestabilidad en las actividades humanas.
Después de 2011, los eventos de conflicto aumentaron dramáticamente en Libia y Malí y se generalizaron, formando múltiples rutas de contrabando y migración humana cruzando el desierto más grande del mundo.
La distribución de la población humana en las principales carreteras y pistas sugiere que las áreas periféricas del Sahara son ampliamente accesibles y que solo unos pocos parches cubiertos principalmente por dunas de arena siguen siendo menos accesibles.
Los grupos humanos con actividades de explotación de recursos naturales en Argelia, Libia, Níger y Egipto han afectado al menos a 10 especies silvestres de manera significativa. La disminución de la población de vida silvestre está asociado con actividades humanas como la minería, la ganadería y la construcción de infraestructura en el Sahara.
¿Cuáles son las especies más afectadas?
Las poblaciones de Addax, una especie de antílope, han experimentado una marcada disminución de la población en Níger desde 1997, ya que la región se vio afectada por el conflicto, que se intensificó después de 2015.
Del mismo modo, el número de gacelas dorcas asesinadas ilegalmente en Libia aumentó después de 2012, aproximadamente 2 años después del inicio del conflicto regional, con eventos de asesinatos generalizados en todo el país.
Por otra parte, el número reportado de elefantes muertos en Mal también aumentó a principios de 2015, 3 años después de un aumento en el conflicto y tras intentos violentos de descarrilar el inminente proceso de paz.
El rango actual de la población de elefantes sobrevivientes es entre los 250 y 300 elefantes en la zona.
Es difícil saber si este período de tiempo es significativo, pero el conflicto y especialmente el terrorismo, la trata de personas y el crimen organizado se han relacionado previamente con la ocurrencia de asesinatos ilegales de vida silvestre en el Sahara.
La fauna ha sido casi extirpada de las regiones del sur, donde el conflicto armado duró más tiempo y donde se encuentran las mayores densidades regionales de carreteras y población humana. Además, la avalancha de grupos extremistas y traficantes para controlar áreas remotas promueve la presencia humana en lugares que anteriormente solo eran ocasionalmente cruzados por nómadas.
El conflicto actual se suma a los disturbios ya causados por otras actividades humanas como la minería, ganadería, agricultura y urbanización; acelerando el declive de la población y la extinción local, y dejando a los vertebrados de gran tamaño sin ningún lugar a donde ir.
¿Y cuáles son las peticiones de la carta?
Ante tal situación es que estos científicos mediante una carta solicitaron a los gobiernos del mundo una Quinta Convención de Ginebra para desarrollar un tratado internacional para castigar como crimen de guerra las malas conductas contra el medio ambiente . Al mismo tiempo que recuerda cómo las operaciones militares pueden ser devastadoras para el medio ambiente.
Por último, pide que las empresas y los gobiernos trabajen juntos para regular el comercio de armas y que la industria militar se responsabilice por el impacto medioambiental de sus actividades.
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