El pasado 21 de agosto, ciertas partes de América, e incluso el cielo mexicano fueron testigo de un fenómeno natural que muy pocas veces es posible apreciar. La Luna pasó justo frente al Sol y durante unos cuantos minutos, la luz que irradia el astro solar se desvaneció. El eclipse solar un fenómeno que se vivió hace cien años, aunque uno muy similar se vivió en el año 1991.
Más de 12 millones de personas presenciaron el evento y aproximadamente otras 7 millones se movilizaron para ser parte del avance.
Los eclipses solares suceden cuando nuestro satélite está en fase de Luna Nueva y oculta al Sol desde la perspectiva de la Tierra. Existen tres tipos de eclipse. El parcial, cuando la Luna cubre sólo una parte del Sol; el anular, cuando la Luna está más cerca de la Tierra, por lo que deja ver los bordes del Sol y el total, el más complicado de ver, es cuando la Luna está más lejos de la Tierra tapando completamente al Sol.
La NASA (Administración de Aeronáutica y del Espacio) bautizó este evento visible en el continente americano como “Gran Eclipse Solar”, aunque se apreció en distintas dimensiones de acuerdo a la ubicación. En México, el eclipse se apreció de forma parcial, un 25 por ciento en la Ciudad de México y al norte del país hasta un 60 por ciento, mientras que en varias regiones de Estados Unidos se apreció hasta en un 90 por ciento. De acuerdo al Instituto de Astronomía de la UNAM, los estados del norte del país mexicano, como Sonora, Baja California, Chihuahua y Coahuila, son los que mejor pudieron apreciar el fenómeno.
El duración del proceso fue de aproximadamente tres horas, pero el tiempo en el que la Luna cubrió al Sol fue de 40 minutos. El periodo de oscuridad duró un par de minutos con 41 segundos y se percibió con mayor intensidad en la ciudad de Carbondale, Illinois en Estados Unidos.
Será hasta el año 2024 cuando México sea testigo de un eclipse total solar, aunque la parte centro y sur no lo disfrutarán por completo.
Los astrónomos de la NASA planearon una transmisión en vivo que todo el mundo pudo disfrutar. Esta es la primera ocasión en que se cuenta con la tecnología para observar un eclipse desde tantos ángulos. Se hizo uso de 11 satélites que orbitan actualmente en la Tierra –tres de ellos pertenecientes a la NASA y los demás a otras agencias espaciales—.
Twitter comunicó días antes el eclipse que The Weather Channel contaría con 10 lugares de transmisión en localidades estadounidenses, tanto en tierra, donde utilizarán drones, como en el espacio.
La NASA también utilizó una serie de telescopios para seguir el eclipse y reorientó una nave espacial que orbita la Luna para poder observarlo desde esa perspectiva. Con la ayuda de 50 globos atmosféricos llevaron instrumentos especiales que registraron el rango visible de luz y de diversos rangos del espectro, con el objetivo de obtener información de la atmósfera solar.
Para poder apreciarlo, fue necesario el uso de lentes especiales para proteger la mirada, ya que los daños a la vista con estos fenómenos pueden causar problemas a largo plazo. Así que, para el próximo eclipse, recuerdo no mirar el Sol con los ojos desprotegidos, tampoco lo hagas con un telescopio o binoculares a menos que estos tengan filtro solar. Los lentes utilizados deben seguir el estándar internacional de bloqueo de luz con filtro (Debe tener ISO 12312-2) e incluso, el uso de un vidrio para soldar del número 14 puede ser utilizado.
A pesar de que los filtros solares bloquean gran parte de la radiación perjudicial, se deben hacer pausas frecuentes. Mientras la Luna cubre completamente el Sol, es seguro mirar sin protección pero el espectador debe colocarse los lentes de seguridad en cuanto comience a reaparecer el Sol.
El eclipse es llamado “Great American Eclipse” o “Gran Eclipse Americano” en español, porque fue visto por casi 7.4 millones de personas en los Estados Unidos.
También te puede interesar: