Con el mensaje “Please Save the Artic” (Por favor, salva el Ártico), el pianista italiano Ludovico Einaudi interpreta la melodía Elegy for the Arctic (Elegía para el Ártico) justo ante el glaciar Wahlenbergbreen, en el círculo polar Ártico, en Svalbard, Noruega.
Para realizar el llamado a la protección del lugar, que cada vez sufre un deterioro más acelerado, fue solicitada la icónica figura de Einaudi, uno de los compositores y pianistas más prestigiosos y respetados de la escena contemporánea.
Pese a la importancia y la magnitud del problema del Ártico, este el océano menos protegido, sus aguas están en el punto de mira de las multinacionales la pesca, el petróleo y el transporte marítimo.
Colocaron un piano de cola sobre una plataforma flotante frente a un gran glaciar, en el que pianista interpretó la pieza que compuso especialmente para este llamado. Un llamado respaldado por más de ocho millones de personas.
Fue en junio de 2016 cuando Einaudi viajó al Ártico a bordo del barco de Greenpeace Artic Sunrise, coincidiendo con el comienzo en Tenerife, España de un evento de gran importancia en la semana en que se tocó la pieza. Se llevaba a cabo una reunión de la comisión OSPAR, en la que se discutiría la protección del medio marino del Atlántico Nordeste.
En este encuentro, OSPAR tendría que decidir la creación de un área protegida en las aguas internacionales del Ártico sobre las que tiene competencia. Greenpeace aprovechó este momento para manifestar y demandar a OSPAR que no perdiera la oportunidad de proteger esta área, equivalente a la extensión de Reino Unido y que supondría alrededor del 10 por ciento de la zona que Greenpeace pide sea declarada Santuario Ártico.
La decisión debía ser tomada tras el reconocimiento del comité científico de OSPAR de que hay suficientes evidencias del alto valor ecológico de la zona y de que existe un grave proceso de deshielo debido al cambio climático con graves afecciones a los recursos naturales.
Así fue como Einaudi, en medio de las gélidas aguas, interpretó Elegy for the Arctic inspirada en la belleza y en las amenazas a las que se enfrenta el Ártico a todo momento.
Debido a la ausencia de hielo sobre el mar —a causa del cambio climático— en el lugar donde se preveía la actuación del pianista, Greenpeace debió construir una plataforma de 2.6 x 10 metros que sostuviera el majestuoso instrumento.
Esta plataforma simulaba un iceberg, la cual fue elaborada con más de 300 triángulos de madera unidos entre sí. Sobre la plataforma de casi dos toneladas, la organización colocó el piano de cola, que viajó desde su fábrica en Alemania hasta el Ártico dentro de la bodega del Arctic Sunrise.
«Estar aquí ha sido una gran experiencia. He podido ver la pureza y fragilidad de este área con mis propios ojos e interpretar una canción que compuse en el mejor escenario del mundo», expresó Ludovico Einaudi desde el Arctic Sunrise. «Es importante que entendamos la importancia del Ártico, parar su proceso de destrucción y protegerlo».
La manera de hacer esta petición, definitivamente no es comparable con las manifestaciones que en ocasiones tienen un tono de exigencia violenta, a través del arte, Greenpeace y el pianista Einaudi comunican su gran deseo de ser escuchados, de la manera más susceptible y delicada.
Escucha la melodía Elegy for the Arctic:
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