Pylos es una impresora 3D que permite construir con un material natural, biodegradable, reciclable, económico y local: la tierra. Fue presentada por el investigador Sofoklis Giannakopoulos del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC).
Usualmente, las impresoras 3D trabajan con derivaciones del plástico y tintas especiales, aunque también existen modelos que permiten la impresión con textiles, cristales, metales y hasta ingredientes culinarios para la creación de alimentos y huesos para el uso humano.
Su mayor promesa es la construcción de casas, primordialmente para los que no cuentan con una vivienda.
Su desarrollador intenta que esta impresora se convierta en un método constructivo a gran escala para poder realizar estructuras de mayor dimensión, justo en estos tiempos de turbulencia medioambiental económica.
Pylos examina el potencial de un material de construcción presente en el Sur Global principalmente, pero relacionado a conceptos negativos asociados al subdesarrollo.
Los beneficios que se obtienen con la construcción con tierra van allá de las económicas y sustentables. Entre las principales ventajas se encuentra su protección contra incendios, la circulación del aire, su bajo costo inicial y aislación térmica natural por su regulación climática. Las estructuras construidas con tierra son estructuras 100 % reciclables, rígidas y resistentes, bajas emisiones de CO2 y un ambiente interior saludable.
En sus primeros ensayos, se realizaron mezclas de tierra (96 por ciento) y elementos aditivos en un 4 por ciento, dando como resultado un material tres veces más resistentes a la tracción que la arcilla industrial.
Su potencial radica en los desafíos múltiples que abre su masificación, por ejemplo, la recuperación y adaptación de las técnicas constructivas en tierra del Sur Global por su escalamiento productivo. Se mejorarían sustancialmente los refuerzos estructurales y mezclas del adobe y emplazadas en zonas sísmicas.
Menciona Giannakopoulos que «la tierra puede ser reciclada un indefinido número de veces a lo largo de un periodo extremadamente largo y además los residuos secos pueden ser reutilizados luego de su inmersión en agua». Es por esto que nunca generan materiales de desecho que puedan dañar el medio ambiente.
La construcción con tierra no se relaciona solamente con la cantidad ilimitada existente, sino también disminuye el grado emergente de energía que se suele incorporar en los procesos de fabricación, los riesgos de transporte y la producción que requiere de una gran cantidad de electricidad y combustibles.
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