Redirigir subsidios energéticos para financiar paneles solares

subsidios energeticos paneles solares

La demanda energética en México está en constante crecimiento, impulsada en parte por el fenómeno del nearshoring. En este contexto, expertos en economía y energía de EGADE Business School han lanzado una propuesta innovadora: redirigir los subsidios energéticos hacia los paneles solares en los hogares. Este proyecto tiene como objetivo no solo cubrir la demanda energética de manera sostenible, sino también cerrar la brecha de capacidad eléctrica en un plazo más corto.

Un cambio necesario en los subsidios energéticos

El estudio titulado “Precios versus cantidades: Repensar los subsidios a la electricidad en el contexto de Nearshoring en México”, elaborado por académicos del Tecnológico de Monterrey, sugiere una transformación en la forma de subvencionar la electricidad. En lugar de subsidiar los precios, se propone subsidiar cantidades a través de la distribución de paneles solares.

La propuesta se basa en la premisa de que un panel solar produce una cantidad fija de electricidad durante su vida útil, al redirigir los fondos destinados a los subsidios de precios hacia la compra de paneles solares, se podría distribuir esta tecnología de manera masiva, permitiendo a los hogares generar su propia electricidad.

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Beneficios de la nueva estrategia

La implementación de esta estrategia traería consigo varios beneficios. En primer lugar, se optimizaría el uso de los recursos destinados a los subsidios energéticos. En lugar de subsidiar el consumo de electricidad a precios por debajo del costo, se subsidiaría la instalación de paneles solares, promoviendo la autosuficiencia energética en los hogares.

Además, la adopción masiva de paneles solares contribuiría significativamente a la sostenibilidad ambiental, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero.

Impacto potencial y plazos

Según el estudio, redirigir los subsidios actuales podría cerrar la brecha de capacidad eléctrica en un periodo de entre 6.3 y 9.7 años. Esto cubriría entre el 36 por ciento y el 55 por ciento de las necesidades energéticas actuales y futuras. La instalación masiva de paneles solares en hogares permitiría un uso más eficiente de los recursos energéticos, ayudando a satisfacer la creciente demanda de manera sostenible.

Emisión de bonos como fuente de financiamiento

Para financiar esta transición, el estudio sugiere que el gobierno mexicano emita bonos. Con los actuales niveles de subsidios, se podrían generar hasta 1,058 millones de pesos con bonos a 20 años. Esta estrategia permitiría obtener los fondos necesarios para la compra e instalación de paneles solares sin afectar significativamente el presupuesto gubernamental.

El uso de bonos indexados a la inflación, conocidos como UDIBONOS, sería una herramienta clave en este proceso. Con tasas de interés actuales del mercado, una UDIBONO a 10 años podría generar aproximadamente 640,200 millones de pesos, mientras que un instrumento a 20 años podría recaudar 1,058 millones de pesos.

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Regiones prioritarias para la implementación

El proyecto sugiere iniciar en estados con alta demanda energética y condiciones favorables para la instalación de paneles solares. Estados como Nuevo León y Jalisco son candidatos ideales debido a sus características demográficas y económicas. Estas regiones presentan una alta radiación solar, lo que maximiza la eficiencia de los paneles solares, y una demanda energética creciente que justifica la inversión en infraestructura renovable.

La propuesta de redirigir los subsidios energéticos para financiar paneles solares podría transformar el sector energético en México. Este enfoque innovador no solo aborda la creciente demanda de energía de manera sostenible, sino que también puede cerrar la brecha de capacidad eléctrica en menos de una década. Con el respaldo de instituciones financieras internacionales y la colaboración de entidades académicas, esta iniciativa tiene el potencial de ser implementada no solo en México, sino también en otros países que enfrentan desafíos similares en su infraestructura energética.