Cada 27 de septiembre, desde 1993 se celebra el Día Nacional de la Conciencia Ambiental en memoria de siete personas que perdieron la vida como consecuencia del escape de gas cianhídrico en la ciudad de Avellaneda, una provincia en Buenos Aires.
El gas cianhídrico se combinó en las cloacas con ácido sulfúrico y sales de cianuro que habían sido desechas por vecinos de la zona. Estas sustancias tóxicas quedaron atascadas en la alcantarilla y con el gas letal se formó una mezcla peligrosa que, vertidas irresponsablemente, escaparon por una rejilla de la casa de la familia Guim, quienes perdieron la vida en pocas horas.
Como muestra de solidaridad, varios países adoptaron el día de la Conciencia Ambiental, ya que este accidente representa la falta de responsabilidad ambiental que la población tiene a nivel mundial y nos hace vulnerables ante contingencias en el planeta.
Importancia de la conciencia ambiental
La conciencia ambiental es muy importante no sólo para la preservación del planeta, sino para todos sus habitantes. Al cuidarnos a nosotros mismos, cuidamos a los otros. Implica conocer qué es el ambiente, diferenciar lo sano de lo nocivo, establecer las buenas prácticas que deben fomentarse, y saber decidir cuáles no ejecutar para favorecer la buena calidad ambiental, tanto individual como colectivamente.
Hasta hace algunas décadas no había tanta conciencia del daño que hacíamos al planeta, puesto que los daños no eran tan evidentes como la actualidad.
La humanidad comenzó a verse afectada a consecuencia de la sobreexplotación y el consumo exagerado, empezaron las sequías, las inundaciones, aumentaron las enfermedades y muertes debidas a la contaminación y los recursos naturales cada vez se agotan más.
Es necesario tomar en cuenta los aspectos más importantes para fortalecer la conciencia ambiental, como:
- La valoración, el reconocimiento y el uso adecuado de los recursos naturales.
- La generación y ampliación de la educación ambiental.
- Las acciones encaminadas al reciclaje y reutilización, desde casa hasta el trabajo y espacios públicos.
El minimizar la compra de productos que realmente no requerimos también es importante, fomentando el consumo ambiental responsable.
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