El mexicano que creó la cápsula antisismos K107

cápsula antisismos k107

Hace un par de años, el ingeniero de la Universidad Autónoma Metropolitana, Reynaldo Vela Coreño, producía alrededor de 30 cápsulas mensualmente. Ahora, desde los sismos del 7 y 19 de septiembre del 2017, los pedidos que tiene demandan hasta 8 mil unidades cada mes.

La idea de la cápsula antisismos no es una locura desde los acontecimientos que por desgracia han cobrado miles de vidas en territorio mexicano. Se trata de una cápsula antisismos capaz de resistir derrumbes y grandes toneladas de escombros.

Además provee a sus usuarios de oxígeno y provisiones —agua y alimento— hasta por 30 días y cuatro localizadores GPS que permiten a los cuerpos de rescate detectar la cápsula entre los escombros y poner a salvo al o los tripulantes. No sólo resiste terremotos, también tolera incendios, deslaves, inundaciones, huracanes y deslaves.

La cápsula antisismos K107 fue diseñada y creada por Vela y su socio, el diseñador italiano Flavio Mericio, tiene forma de huevo de dinosaurio y lleva su nombre en honor al aula de la UAM en donde fue ideada hace ocho años a partir de comentarios en clase sobre los más de 700 derrumbes ocurridos tras el terremoto de 1985.

cápsula antisismos k107
*Foto: Mexico News Network

Vela señala que para el diseño se generaron dos prototipos geométricos, encontrando más resistente aquel con forma de huevo velociraptor, una figura elíptica o convexa en ambos polos. Esta estructura resiste entre 10 y 600 toneladas de fuerza de impacto.

La idea también surgió debido a la preocupación de saber qué pasaría si no se reforma la manera de construir edificios bajo normativas más estrictas.

La cápsula antisismos K107 tiene un valor de entre 40 y 275 mil pesos mexicanos, además de que los ingenieros adecúan los materiales de construcción y modelo de la cápsula de acuerdo al tipo de inmueble y el suelo en donde ésta sea instalada.

«Las más resistentes tienen aleaciones de titanio y acero», señala Vela. Los precios son fluctuantes de acuerdo al tipo de necesidad que solicite el usuario, pues se pueden elaborar cápsulas para una o dos y hasta 30 personas.

 

Vela y Mericio planean instalar una planta en Aguascalientes para producir la cápsula antisismos de maner industrial y vender 5 mil cápsulas mensualmente y comercializarla en la sísmica isla de Japón. Además de ya contar con pedidos en Perú, Chile, Eua y Canadá.

El proyecto les hizo merecer el Premio de Ingeniería de la CDMX en el año 2009.

Un proyecto que pone a salvo nuestra vida y tranquilidad en momentos críticos como el que vivimos actualmente en nuestro país. ¿La comprarías?

 

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