¿Te imaginas que el fin de tu día dependa de la caída del sol? Que cuando ya no haya luz natural no puedas continuar con tus tareas o vida cotidiana? A menos que compres miles de velas al año para apenas poder ver lo básico… si es que te alcanza para tales cantidades de parafina.
Esta es la situación de miles de comunidades en nuestro país, sobre todo en aquellas que se encuentran en ubicaciones poco favorables en donde no sólo es la electricidad el recurso faltante, sino el agua, el acceso a los transportes e incluso a la educación.
Como parte del interés a la resolución del conflicto eléctrico, muchas instancias han sido parte de programas que pretenden cambiar el futuro de estas comunidades. Simplemente, el tener luz es poder observar la vida, poder producir y desarrollarse.
Uno de estos organismos es el Fondo de Servicio Universal Eléctrico (FSUE) que aprovecha la experiencia de los expertos para brindar una solución a este conflicto; para una labor muy importante: la instalación de sistemas aislados de electrificación en comunidades rurales marginadas.
Así que generó un programa que tiene por objetivo dotar a lo largo de este año al 99 por ciento de las comunidades aisladas que carecen de servicio eléctrico y muy pronto poder reconocer en México a un país 100 por ciento iluminado, sin esta barrera.
Así fue como Suncore se integró al programa de electrificación universal del FSUE, particularmente en la zona marginada de Amador Hernández en Ocosingo, Chiapas.
En Chiapas existen más de 2 mil comunidades indígenas. En realidad, gracias a sus características geográficas, muchas de estas localidades son receptoras de abundante energía solar.
Sin embargo, no la han aprovechado y suelen contar con sistemas de electricidad…
La labor del programa consiste en instalar en cada casita un sistema de energía fotovoltaica, tarea que lleva un esfuerzo significativo, pero muy gratificante para todos sus personajes.
Entre sus intenciones, Suncore busca el beneficio de las comunidades con dificultades de acceso a estos servicios, pues como empresa mexicana, está consciente de que la problemática en el país requiere de soluciones inmediatas.
¿Cómo se instalaron los sistemas de energía en Chiapas?
¿Por qué en Chiapas?
Para los habitantes de Amador Hernández es muy difícil trabajar y vivir a la luz de velas que se consumen rápidamente y que en ocasiones no se pueden comprar, o con lámparas que requieren baterías que contaminan y son aún más costosas.
Ocosingo es un lugar en donde jamás llegará un servicio como la red eléctrica, por lo que la tecnología de los paneles solares es una excelente opción para comenzar a darle solución a este conflicto nacional.
Sin embargo, la logística no es lo más sencillo, pues el hacer llegar este tipo de sistema a destinos tan rezagados implica un reto que a muchos les quebraría la cabeza, pues los caminos son de muy difícil acceso y en ocasiones, el transporte de materiales requiere incluso de avionetas.
Una comunidad motivada con el cambio
La motivación con este tipo de programa está siempre presente, pues además de agregarles valor a las comunidades, sus habitantes colaboran en el proceso, y se sienten muy positivos ante ese significativo giro en sus vidas, sobre todo de los niños que tienen un gran camino que recorrer con muchas retos. Igualmente para los adultos, este beneficio representa mayor productividad laboral e intelectual, así como ser una guía, literalmente, mejor iluminada para los menores.
Para las familias, la presencia de este servicio básico representa incluso, mayor unión, pues el poder jugar a la pelota en las noches, poder hacer las tareas juntos padres e hijos y platicar un rato en familia en un entorno amigable no tiene una comparación con una vida oscura y con poca vida.
Link relacionado: Banxico