El problema del agua es uno de los más serios hoy en día, no sólo en México, sino a nivel global. Cada habitante de la ciudad de México consume en promedio 312 litros de agua al día, una cantidad exagerada respecto a lo que necesita, sin contar aquellos que no tienen acceso a este valioso recurso.
La zona de la Sierra de Santa Catarina, en la delegación Iztapalapa de la CDMX inició un proceso de regeneración ecológica y urbana con la construcción del Parque Hídrico La Quebradora, el cual hasta el momento tiene 60 por ciento de avance en su construcción.
El Parque Hídrico La Quebradora infiltrará 68 millones de litros anuales del líquido vital al subsuelo y será beneficioso para más de 28 mil habitantes de las colonias menos favorecidas de Iztapalapa, pues usualmente esta zona se ve afectada por inundaciones y sequías.
Junto con el gobierno delegacional, el proyecto fue anunciado por la Universidad Nacional Autónoma de México y ha sido reconocido por Obras y por Lafarge Holcim.
El director del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Manuel Perló, indica que se trata de un parque único en su tipo y será clave para la región oriente de la CDMX por la capacidad que tendrá para captar agua de lluvia.
“Aunque el agua es el punto central del parque, también será un espacio público que ayudará a mejorar el paisaje urbano, en el que se ofrecerán actividades socioculturales”, de esta manera se matarán dos pájaros de un tiro al reconstruir el tejido social y erradicar el problema de la escasez de agua que afecta la zona.
El Parque Hídrico La Quebradora estará terminado durante el segundo semestre del año 2019 y también traerá beneficios para solucionar asuntos relacionados con las inundaciones, abastecimiento, infiltraciones controladas al subsuelo, así como el mejoramiento de los humedales de la región y para el tratamiento de aguas residuales.
El parque estará conformado por cuatro hectáreas, terreno que contará con la infraestructura útil con beneficio social —biblioteca, teatro al aire libre y una planta de tratamiento de agua residual—.
En su primera etapa, se destinarán 52 millones de pesos para la limpieza del terreno, la construcción de muros de contención y para las labores de preparación.
Posteriormente, se utilizarán 200 millones de pesos para su ejecución prevista para mayo del 2018 concluyendo en julio del mismo año. En ese momento será cuando se pondrá en operación el primer parque hídrico del país.
Esta locación solía ser un antiguo vaso regulador que a falta de mantenimiento se encontraba subutilizado y su única función era acumular agua de lluvia que baja de la Sierra de Santa Catarina para infiltrarse al subsuelo. Debido a fallas del complejo se formaba una laguna, que posteriormente se convirtió en detonador de inundaciones y un foco de infección.
Elegido sobre otros proyectos debido a la atención a los aspectos técnicos del manejo especial del agua, al uso social del espacio público y aspectos económicos del mantenimiento a largo plazo, este proyecto obtuvo una distinción con el LafargeHolcim de Oro 2017 en la región Latinoamérica en la quinta edición el pasado 5 de octubre, logrando ser el primer proyecto mexicano en recibir este reconocimiento internacional.
Este es un ejemplo de cómo convertir un espacio desperdiciado en uno que explote al máximo su utilidad, un gran modelo a seguir que nos deja pensando en que México puede ser aún más grande.
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