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Mucho se ha hablado de la Biotecnología y los elementos por los que se puede optar para preservar al planeta, y dentro de ello, cuidar nuestra economía. Uno de estos elementos son los paneles solares y para comprender el funcionamiento y su importancia, es necesario integrar el concepto bajo el cual estos fueron concebidos en la mente humana por primera vez, te compartimos de manera sencilla y resumida cuál es la historia de los paneles solares.

La energía solar ha sido utilizada desde hace muchos años en diferentes campos: para generar vapor para maquinaria, calefacción, en la agricultura u hornos solares.

Antiguamente, el sol era percibido como un dios y con el paso del tiempo llegó a ser tan solo un astro luminoso, sin embargo, del cual dependemos y ahora es la principal fuente de energía gratuita, limpia y eficaz.

Antecedentes de la historia de los paneles solares

El término «fotovoltaico» se comenzó a usar en Inglaterra en 1849 y proviene del griego φώς:phos, que significa “luz” y voltaico, que proveniente del campo de la electricidad, en honor al físico italiano Alessandro Volta, de quien deriva el término «voltio».

Arquímedes consiguió quemar las naves romanas que asediaban a Siracusa en el año 212 a.C., concentrando sobre ellas los rayos solares mediante brillantes reflectores.

En 1615, Solomon de Caux desarrolló una de las primeras máquinas activadas con energía solar que, mediante la expansión de aire con el calor proveniente del sol, es capaz de bombear agua.

Más tarde, en el año 1774 Galileo y Lavoisier utilizaron la energía solar para sus investigaciones, además de emplear una lente de 1320 mm para calentar materiales.

Para 1868, Augustin Mouchot, conde de Buffon, utilizó 24 cristales de gafas con los que se percató que fácilmente podría conseguir fuego a 20 metros de distancia al encender un combustible de brea y polvo de carbón.

En 1905, Albert Einstein explicó la teoría del efecto fotoeléctrico. Russell Ohl patentó la célula solar moderna en 1946. Anteriormente, Sven Ason Berglund patentó a su vez un método que pretendía incrementar la capacidad de células fotosensibles.

Después de estos precedentes, fue cuando se llegó al dispositivo que hoy conocemos como panel solar.

La historia de los paneles solares y la energía fotovoltaica

La historia comenzó con las investigaciones de diferentes científicos que se enfocaban a transformar la energía luminosa –luz– en energía eléctrica, también conocida como efecto fotovoltaico. Específicamente en 1893, el físico francés Edmond Becquerel logró obtener tensión eléctrica tras realizar un proceso de irradiación con luz de un electrodo de plata en un electrolito.

Después de cincuenta años, el inventor estadounidense Charles Fritts diseñó y fabricó el primer antecedente de celdas solares, el cual consistía en una celda funcional que transformaba la luz en electricidad. En realidad este modelo era muy débil, apenas un ejemplo, pues no podía no dar energía a una bombilla por mucho tiempo, mucho menos a un edificio, sin embargo, sí es el más importante precedente para su perfeccionamiento.

Medio siglo después de arduos trabajos por parte de científicos y físicos, fue posible la creación de dispositivos funcionales que aprovechaban la energía generada por el astro sol y esta se captara y acumulara por tubos y placas colectoras fabricadas con óxido cuproso y selenio.

Estos avances funcionaron para que después de la Segunda Guerra Mundial, en 1954 Chapin, Pearson y Prince –investigadores estadounidenses– lograran desarrollar una celda fotovoltaica con silicio. Esta celda tenía una gran capacidad para captar energía solar y transformarla en electricidad. Esto permitió a la industria energética creer posible suministrar energía eléctrica a hogares e inmuebles al aprovechar la energía del sol.

Años ochenta y más

En los años ochenta, la tecnología solar ya contaba con un gran avance; de esta manera ya podría ser utilizada cotidianamente como forma auxiliar de alimentación de energía eléctrica. Muchos dispositivos digitales que requieren poca potencia contaban con un sistema auxiliar de alimentación de celdas fotovoltaicas.

En la década de los 90, naciones desarrolladas como Japón y Alemania comenzaron a diseñar, perfeccionar y fabricar las celdas solares que conocemos en la actualidad, dispositivos de gran tamaño y con gran capacidad para captar tanto la luz del sol como su radiación. Capaces de transformar ambos tipos de energía en electricidad en cantidades tan grandes como para poder alimentar una casa principal.

El mercado de la energía solar en México

México es uno de los países latinoamericanos en los que el uso de energía solar ha tenido mayor crecimiento. Diferentes compañías, empresas y hogares cuentan con este tipo de tecnología como sistema principal de abastecimiento eléctrico. Algunas compañías constructoras diseñan y desarrollan proyectos de vivienda con una base sustentable que cuentan con esta tecnología en su estructura.

En un futuro, probablemente los paneles solares serán la única opción de fuente eléctrica que deba usarse. Solo queda ver el desarrollo de los daños en el medio ambiente.

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