ASG o finanzas sostenibles para tener una economía más sostenible

En un mundo marcado por desafíos ambientales y sociales, las finanzas sostenibles han surgido como un enfoque innovador para promover un desarrollo económico más equitativo y responsable. No obstante, es necesario conocer más a fondo en qué consisten las finanzas sostenibles y cómo están moldeando el panorama financiero global, desde la integración de consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en las decisiones financieras hasta la adopción de estándares y marcos normativos, analizaremos cómo este movimiento está transformando la manera en que invertimos y hacemos negocios.

¿Qué son las finanzas sostenibles?

Las finanzas sostenibles, también conocidas como finanzas sustentables, buscan equilibrar la rentabilidad financiera a largo plazo con el impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad. Esto implica integrar consideraciones ASG en las decisiones financieras, abarcando aspectos como el cuidado del medio ambiente, el respeto a los derechos humanos y una gestión empresarial transparente y ética.

Finanzas sostenibles
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Factores ASG

Las consideraciones ASG se dividen en tres categorías principales:

  • Ambientales: Evalúan el impacto de las actividades financieras en el medio ambiente, incluyendo la gestión de recursos naturales, la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
  • Sociales: Se centran en cómo las decisiones financieras afectan a las personas y comunidades, abordando temas como los derechos humanos, la equidad social y la diversidad e inclusión.
  • Gobernanza: Implican la calidad de la gestión y gobierno corporativo de las empresas, considerando aspectos como la transparencia, ética empresarial y rendición de cuentas.

Medición de finanzas sostenibles

Las finanzas sostenibles se evalúan mediante diferentes criterios, que incluyen:

  • Inversión socialmente responsable: Selección de inversiones basadas en criterios éticos, sociales y ambientales.
  • Inversión de impacto: Inversiones destinadas a generar impacto social o ambiental positivo junto con retornos financieros.
  • Financiamiento verde: Apoyo financiero a proyectos que promueven la sostenibilidad ambiental, como energías renovables y transporte limpio.
  • Integración de ASG: Consideración de factores ASG en el análisis de riesgo y retorno financiero.
  • Reporte de sostenibilidad: Informes que reflejan las prácticas y desempeño en términos de sostenibilidad de empresas e instituciones financieras.
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Marcos normativos

Diversos marcos y estándares normativos guían la práctica de las finanzas sostenibles, entre ellos:

  • Global Reporting Initiative (GRI): Enfoque en materialidad, sectores específicos y partes interesadas.
  • Consejo de Normas de Contabilidad de Sostenibilidad (SASB): Materialidad financiera y enfoque en la industria.
  • Marco Internacional de Reporte Integrado (IIRC): Enfoque en partes interesadas y contexto.
  • Consejo de Normas de Divulgación Climática (CDSB): Integración de información climática y transparencia.
  • Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD): Gobernanza, estrategia, gestión de riesgos y metas climáticas.

Enfoques y conclusiones

Los marcos normativos están contribuyendo al objetivo principal de las finanzas sostenibles: lograr un equilibrio entre rentabilidad financiera y generación de impacto positivo, por ello, dentro de este contexto, la transparencia, consistencia y enfoque en partes interesadas son fundamentales para garantizar la efectividad de estas prácticas, pues al adoptar estándares como GRI, SASB, IIRC, CDSB y TCFD, las organizaciones pueden mejorar su comunicación y gestión en materia de sostenibilidad.

LATAM en números rojos dentro de las finanzas sostenibles

En un contexto global marcado por la urgencia climática, LATAM enfrenta un desafío crítico en materia de finanzas sostenibles llegando a números rojos, esto a pesar de los esfuerzos internacionales por promover la transición hacia una economía baja en carbono, pues un reciente informe revela que la región aún no logra alinear adecuadamente sus presupuestos con la emergencia climática.

LATAM en números rojos dentro de las finanzas sostenibles

Según el Índice de Finanzas Sostenibles, ninguno de los 20 países latinoamericanos analizados ha alcanzado niveles satisfactorios de financiamiento sostenible, además de manera preocupante, se observa una marcada disparidad entre los recursos asignados a actividades intensivas en carbono y aquellos destinados a iniciativas sostenibles. En conjunto, los países de la región han destinado apenas 1.690 millones de dólares a presupuestos sostenibles, mientras que los recursos para actividades intensivas en carbono ascienden a desorbitantes 62.424 millones de dólares.

LATAM finanzas sostenibles
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El índice de finanzas sostenibles

El Índice de Finanzas Sostenibles evalúa cuatro aspectos clave: los ingresos sostenibles de cada país, los ingresos intensivos en carbono, el presupuesto asignado a la sostenibilidad y el presupuesto destinado a actividades intensivas en carbono, este enfoque integral permite comprender la compleja dinámica financiera de la región y su relación con la crisis climática.

Ranking de Finanzas Sostenibles en América Latina

El informe revela un panorama heterogéneo en la región, con países como El Salvador, Guatemala y Jamaica liderando el camino hacia la sostenibilidad, mientras que naciones como México, Uruguay y Trinidad y Tobago enfrentan importantes desafíos en la gestión de sus finanzas. La dependencia de recursos petroleros y la falta de inversión en iniciativas climáticas emergen como factores determinantes en la clasificación de los países.

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Desafíos futuros

El Índice de Finanzas Sostenibles proporciona una oportunidad única para reflexionar sobre las brechas existentes en las políticas financieras de la región. Es fundamental que los países latinoamericanos reconozcan la importancia de alinear sus presupuestos con los objetivos climáticos globales y promuevan la inversión en actividades bajas en emisiones, pues este enfoque no solo contribuirá a mitigar los impactos del cambio climático, sino que también impulsará el desarrollo económico y social sostenible en toda la región.

América Latina se encuentra en un punto crítico en su camino hacia la sostenibilidad financiera. El desafío de reorientar los presupuestos hacia iniciativas climáticas representa una oportunidad para liderar la transición hacia una economía resiliente y baja en carbono, por lo que es fundamental que los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado trabajen en conjunto para superar esta brecha y construir un futuro más próspero y sostenible para todos.